domingo, 16 de septiembre de 2007

Dislexia e hiperactividad causan el 25% del fracaso escolar

Esta mañana he encontrado en el Diario Deia Digital una noticia que, en mi opinión, viene a confirmar algo que llevo pensando mucho tiempo, y es la relación entre dislexia y fracaso escolar. El titular de la noticia es: "Dislexia e Hiperactividad causan el 25% del fracaso escolar" según la psicóloga clínica Isabel Menéndez Benavente.
Según esta psicóloga con amplia experiencia en el estudio y el tratamiento del fracaso escolar, si la dislexia no es detectada y tratada en los primeros años, puede ser la causa de un futuro abandono, "puesto que todo el aprendizaje está basado en un adecuado aprendizaje lectoescritor". En su opinión, "no hay niños vagos en primaria. Pueden ser más o menos trabajadores, pero a todos les gusta aprender. No conozco a ninguno que realmente no quiera estudiar. El problema viene después, cuando aparecen los problemas de aprendizaje".

Para Isabel Menéndez Benavente, al fracaso escolar se puede llegar por una irregular escolaridad -traslado o constantes ausencias-, por el método de enseñanza del centro -o muy estricto o poco exigente-, la masificación de las aulas o el desconocimiento de técnicas de estudio adecuadas. "La figura del profesor -concluye- es básica. Todos conocemos a profesores que han marcado negativa o positivamente a sus alumnos".
Lo que más tristeza me produce, es que ha nuestros sesudos gobernantes no se les ha ocurrido nunca tener en cuenta esta relación. Porque de hacerlo, podrían eliminar de un plumazo el 25% el fracaso escolar.
Pero eso supone realizar cambios a fondo en nuestro sistema educativo, cambios de verdad y con responsabilidad, no como la novedad que ha introducido la Ministra de Educación para evitar el abandono, permitiendo que los alumnos de bachillerato con 4 suspensos pueden pasar de curso. Son muchas las voces críticas (+ + )que se han alzado ante esta medida, pero no creo que lo cambien.

La Dislexia no sería un problema con una buena adaptación curricular y con cambios profundos en nuestro sistema educativo.
Al parecer, y según una información aparecida en el diario 20Minutos, el Gobierno Regional de Murcia pretende comenzar a diagnosticar la dislexia a los 6 años y no a los ocho como hasta ahora. Al parecer, la
Consejería de Educación pretende utilizar nuevos métodos para mejorar el rendimiento de los alumnos disléxicos, como el uso de programas informáticos específicos o «enseñar el abecedario a los niños con plastilina», etc, según cuentan en la noticia. ¿Llegaremos a verlo?

3 comentarios:

Marijo dijo...

Adjunto carta publicada en la edición del 18/09/07 del Diario de Navarra.
Derecho a la educación sin discriminación

Todos los que somos padres nos podemos encontrar en cualquier momento con que alguno de nuestros hijos tenga un problema de aprendizaje: dislexia, disgrafía, TDAH, etc. Entonces el derecho a la educación que tenemos todos se presenta como una carrera de obstáculos. Porque aunque las Administraciones educativas deberían garantizar los procedimientos y recursos precisos para identificar tempranamente las necesidades educativas específicas derivadas de las dificultades de aprendizaje, así como el apoyo educativo para la atención del alumnado con dificultades de aprendizaje desde el mismo momento en que dicha necesidad sea identificada y con la normalización educativa como finalidad, la realidad nos ofrece unas aulas demasiado masificadas, con muchos niños con necesidades educativas especiales y unos profesores que no cuentan con más recursos que su vocación, profesionalidad y el deseo de hacerlo lo mejor posible, intentando dar a cada niño lo que le corresponde, algo que realmente es complicado.
Mientras tanto hay muchas familias que sufren, normalmente en silencio, porque el fracaso escolar es lo que llega cuando por falta de apoyos no se puede llegar a la normalización educativa, mención aparte de lo que supone para un niño defraudar a todos, profesores, padres, etc.… al no llegar a las metas que le marcan y con el consiguiente deterioro emocional, baja autoestima y repercusión en las relaciones con su entorno. Ante esta falta de recursos a las familias no nos queda otra opción que acudir a la vía privada para que nuestros hijos sean valorados, diagnosticados y tratados, teniendo que asumir un coste nada despreciable, prolongando la jornada escolar y para recibir una atención que debería darse en el mismo colegio y dentro del horario escolar. Existen unas becas para cubrir estos gastos privados que tengo la suerte de no poder solicitar, y digo la suerte porque mis ingresos son superiores a los requeridos para poder solicitarla, y en caso contrario lo que no podría es llevar a mi hijo a un centro privado.
¿Son éstos todos los recursos que podemos ofrecer a los niños con necesidades educativas especiales? ¿Serían suficientes para tu hijo si tuviera problemas de aprendizaje?

Dislexia sin Barreras dijo...

La carta es muy interesante, y creo, si te parece, que la deberíamos poner en la portada, como un post.
Refleja de forma escueta y clara, los problemas y sinsabores que padecemos cada una de las familias donde tenemos a alguien con necesidades educativas especiales, y yo me atrevería a añadir INVISIBLES. Invisibles a los ojos de la Administración, de las autoridades educativa y sanitarias, e invisible también, para muchos de los educadores que se hacen cargo de nuestros hijos e hijas.

Marijo dijo...

Me parece muy bien. Estoy de acuerdo con lo que dices. Un saludo, Marijo.