Es imprescindible que todo niño disléxico reciba un tratamiento específico, pero es crucial que su problema se atienda, al mismo tiempo, en el aula.
La atención escolar se debe basar primordialmente en la comprensión del trastorno, aunque se debe huir de las medidas sobre protectoras. Debe quedar muy claro que el problema no viene condicionado por una falta de motivación o pereza, ni tampoco por un nivel bajo de inteligencia, sino por un trastorno biológico.
Se recomiendan una serie de normas que deberán individualizarse para cada caso. Con ello se intentara optimizar el rendimiento, al mismo tiempo que se intenta evitar problemas de frustración y perdida de autoestima, muy frecuentes entre los niños disléxicos. Estas recomendaciones son las siguientes:
Dar a entender al alumno que se conoce el problema y que se hará todo lo posible para prestarle ayuda.
- Hacerle sentar en las primeras filas, cerca del profesor, para prestarle la mejor ayuda.
- Se le debe ayudar a pronunciar correctamente las palabras.
- No utilizar el método "global" para el aprendizaje de la lectura.
- No se debe pretender que alcance un nivel lector igual al de los otros niños.
- Prestarle una atención especial y animarle a preguntar cuando tenga alguna duda.
- Se debe comprobar siempre que ha entendido el material escrito recibido.
- Se debe comprobar que el material que se le ofrece para leer es apropiado para su nivel lector.
- Se deben valorar los trabajos por su contenido, no por los errores de escritura.
- Siempre que sea posible, se deben realizar las valoraciones oralmente.
- Se debe recordar que requiere más tiempo que los demás para terminar sus tareas.
- Se debe tratar de destacar los aspectos positivos en su trabajo.
- Se debe evitar que tenga que leer en público.
- Se deben valorar los progresos de acuerdo con su esfuerzo, no con el nivel del resto de la clase.
- Se le debe permitir, si le resulta útil, el uso de la tabla de multiplicar, calculadora y grabaciones.
- Se le debe permitir el uso de medios informáticos.
- Se le debe enseñar a tomar apuntes mediante notas breves.
- Se le deben poner menos deberes de lectura y escritura.
- Siempre que sea posible no se le deben hacer copiar grandes "parrafadas" de la pizarra y, si es posible, darle una fotocopia.
- No se le debe ridiculizar nunca.
- En una prueba escrita no se le deben corregir todos los errores de escritura.
- Se debe aceptar que se distraiga con mayor facilidad que los demás, puesto que la lectura le comporta un sobreesfuerzo.
- Debe ser tomado en consideración el hecho que escuchar y escribir simultáneamente le puede resultar muy difícil.
Estas recomendaciones están extraída del artículo "Quince cuestiones básicas sobre la dislexia" del Dr. Josep Artigas, Neuropediatra y Psicólogo (Unidad de Neuropediatria. Hospital de Sabadell. Corporación Sanitaria Parc Taulí -Barcelona-)
mail: jartigas@cspt.es
OTRAS RECOMENDACIONES:
Tratar de destacar los aspectos positivos de su trabajo.
La información nueva debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y, a veces, escasa capacidad de atención.
Comprender que tiene una dificultad tan real com un niño ciego, del que no se espera que obtenga información de un texto escrito normal. Algunos niños disléxicos pueden leer un pasaje correctamente en voz alta y aún así no comprender el significado del texto.
3 comentarios:
Hla Flora de nuevo,
Un artículo muy práctico e interesante, también lo he republicado en el blog de psicología y pedagogía. Saludos,
Marc Giner
Gracias Marc, lo he visto porque también yo te visito. Muchas gracias por la atención que nos prestas. Verdaderamente, los problemas derivados de la mala intervención y la no intervención, sobre todo en los niños y niñas con dislexia, les lleva directos al fracaso escolar y a tirar la toalla en otros ámbitos de su vida.
Y es muy triste, que en el aula no se les preste la atención y adaptaciones curriculares las que tienen derecho, porque su problema no se ve, pero si se hace con niños ciegos, sordos... o cualquier otro problema.
Sin ir más lejos, los exámenes deberían ser orales, y en su mayoría, los profesores se niegan, con escusas como que no lo permite la ley. Pero si un alumno lleva el brazo escayolado, si le examinan oral. (eso le ha pasado a un miembro de la asociación).
Flora Saura
Dislexia sin Barreras
Hola Flora,
este es un problema en la escuela que también sucede con los niñ@s con TDAH, si no se ve, mal lo tenemos, creo que hace falta todavía mucha formación del profesorado y sobretodo un cambio de actitud ... Ya que como bien propones en tus recomendaciones tampoco son aspectos tan dificiles de llevar a cabo, solo hace falta conocerlos y tener ganas de ello...
Saludos
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